La última semana del 2021 fui a la Ciudad de México a pasear y desconectarme, si alguien se pregunta: sí, es posible hacer eso allá.
Ya de regreso en Oaxaca he comenzado a hacer la planeación de este año. Tarea nada fácil porque hay muchas cosas que necesito organizar, no solamente de la parte creativa, sino también de la parte de la gestión de este proyecto y la parte profesional del mismo (difusión, contenido, información, etc.).
Un proyecto nuevo que requiere trabajo, tiempo para madurar y crecer. Hace un año, cuando la concebí tener un página, tenía muchas dudas, muchos huecos, y mucho miedo, sobre cuál era el camino a seguir. Hoy, algunas de esas dudas siguen existiendo, otras ya no están, las he cubierto con base de aprender e investigar un montón de cosas.
Producir obra es parecido a emprender, son ideas que necesitan existir para nosotros. Sólo existe un camino: hacer, hacer, hacer, una y otra vez; investigar, aprender, intentar. Para quien sea ajeno al mundo del arte se encontrará con la sorpresa que, en ese aspecto, no difiere de muchas otras profesiones, hay que trabajar para lograr lo que uno quiere. La “inspiración” no basta.
Los artistas tenemos el compromiso inherente de crear contenido para que otros lo vean, al menos esa es la convención. En cierto sentido, esta era podría ser nuestro momento, tenemos a nuestro alcance herramientas que nos permiten mostrar lo que hacemos de manera independiente, como nunca antes. La cuestión está, como siempre, en que gran parte de nuestro trabajo se sitúa fuera del ojo público. Lo que se muestra casi siempre es la obra terminada, no el camino que nos llevó a su creación. Todo ese camino de la producción y el aprendizaje, el más valioso en mi opinión, queda fuera de la vista del espectador.
En este momento estoy creando obra. Apenas estoy en la fase de bocetaje y me doy cuenta que no registro nada de eso, no registro ni mi proceso ni las reflexiones que se dan en él, eso tiene que cambiar.
Mostrar lo que hago, cómo lo hago y lo que pienso mientras sucede enriquece, creo, mi experiencia y la de las personas que deciden formar parte del proceso, da una dimensión de conciencia a mi trabajo y profundidad a quienes lo ven. Las decisiones que tomamos mientras creamos no siempre son conscientes mientras suceden sino hasta tiempo después, poder volver sobre nuestros pasos y poder reflexionarlas nos provee de una mejor comprensión sobre ello y sobre una parte de nosotros mismos.
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Quiero que las personas vean eso, que se familiaricen con el proceso de creación, no sólo de mi trabajo sino del de otros artistas cuya obra les interese. La obra es la materialización de un proceso físico, mental, psicológico, emocional y más de una persona puede enriquecer su visión del mundo por la reflexión de otras. Seguramente en este escrito algo se me ha ido, pero para eso están ustedes, para completarlo.
Para más información
FB: /raulvgArt
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